miércoles, 14 de mayo de 2008

Licencia para la maldad

Cuando las cosas no funcionan, cuando no depende de una sino de dos y la otra parte hace que está pero no lo está, el amparo ante la maldad se hace efectivo...


Podría desangrarle los ojos pero NO, ellos son la herramienta perfecta además no dejan de ser hermosos.


Al encontrarnos en la misma frecuencia las miradas, la misma calle, de frente y del otro lado de la acera. le cuento los pasos solitarios él levanta la mirada y sonríe, porque no hay vuelta de hoja, mis pasos están acompañados por otro par que no le pertenecen.


En ese instante recuerdo las ganas de sacarle los ojos y sonrío pero no a él, sino a mi, me sonrío por no haberlo hecho, y gozo de esa tristeza en tan bella mirada…

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